Mi bello amor

Mi bello amor

Mi dulce y gran novia

Mi dulce y gran novia

Mi novia mi niña bella.

Mi novia mi niña bella.

El amor de mi vida

El amor de mi vida

25 de marzo de 2009

Es que volabas


Es que volabas


Es que volabas como ópalo sol desesperado
en mi bostezo que alguna vez te tuvo,
esquivaste pues tan garbosa, la algarabía
que hubiera en mi lecho propenso
a ser derrocado, es que equivocada
labraste mezquina tu fortuita ruina.

Es que de bruces te fuiste, lábaro de la tarde
con osadía en contra de mi esencia lasa,
es que en el bucle de tu desdeñar
a mi sueño le hiciste trenzas, el viento tu cuerpo
se llevo a un rincón escondido,
donde mis manos fúnebres ya no te alcanzan…
No te alcanzan.

Todo se ha vuelto tan extraño, mi memoria
es una charca donde tu existencia cambio de voz,
le salieron alas a tu presencia divina y marchitada…
Es que volabas, es que volabas para saberte ausente
y entre sombras perderte, gaviota, gaviota.

Es que volabas, enjambre de faros
hacia la cantimplora de la luna sedienta y sin brillo,
yo a través de ti, voy forjando mi silencio crespo,
la hambruna de mis ojos…Y es que volabas
como grito sin esencia, llevándote mi razón,
toda mi razón de amar.

13 de marzo de 2009

La primera noche


La primera de muchas noches más
arrestada por mi mente escarchosa,
donde poder cogerte la mano, me hace sutil
amante encadenado a pensarte…
Tan cercano a ser total contigo
en la mordaza de secuestrarnos la identidad,
no somos final, fecha y ni súbita memoria.
Ya mi propuesta de que te amplíes en mí
ha quedado como escarbada en mi pensamiento.
Recién puedes ser mía, abarco ocho horas
a ti destinadas.
Primera noche en la que se me atraviesan
mil sueños con luminiscencia de páginas
entregadas a un cuerpo,
un cuerpo que adopta, de mi boca aquel rayo
inocente que se comunica al estival
de tu corazón latiendo en el mío…
Tu cuerpo, tu cuerpo.

La primera de otras noches,
Te di libertad condicional en mi cama nueva.
La lunada que se posa en tus dos espejos,
ya la pasamos juntos…
No nos pesa ni un suspiro por los ojos
amartelados y exclusivos.

La primera noche, la primera que te pienso amor…
Y ya se acerca una segunda,
más de ti, más y más,
la primera pensándote, la primera.

12 de marzo de 2009

Tu cuerpo es un viaje




Tu vestido es; devoción de niebla y suspiro
de hoja, me gusta cuando te haces mi guarida
y te sonrojas como las almendras, como las farolas
veraniegas… Con dulce voz de ocaso.

Tu vestido es un pájaro erguido de mármol,
a veces es una estrella triste tiritando de frío
en mis ojos de escribano,
y esa hilaza de la sutil flor que antes fuera beleño
de mi alma, ahora es paz enamorada
de tu potestad.

Tu vestido es un eventual oleaje ameno,
con frenesí segador, este albor pregona.

Tu cuerpo es un viaje, es una mirilla de terciopelo
y esta en afinidad con el cielo azur…
Me gusta que te gusten los astros
y te gusta que en un muelle la sonrisa
del dulce atardecer te espere amorosa.

Tu vestido se adelgaza en el atlas
de mi silencio involuntario.




Para Karol querida.

10 de marzo de 2009

Subsistencia


Subsistencia, que te hago literatura aunque se arremolinen
las retamas en tus labios secos y jaspeados,
es que los cubrió la avidez quebrándose
en el halo de mi flagelo torcido,
que una tarde con su glamour hialino
me habló, me dijo, me salvaguardó
con su austeridad púdica.

Esta tarde gorjean los corales tornasoles
en la connotación de tus deidades, donde mora
el herido jirón arado por el verbo romántico que brota
desde mí doblegada subsistencia…
Bahía de nácar, ya alguna vez fuiste de mis manos
que te rozaban tus labios de nieve.

Subsisto, busco la alegría en los anaqueles,
debajo de la mesa o en el rezago del invierno.

Evidentemente me abrazo al llanto, a la hiel inmerecida,
al roble y al páramo… En este el auge erguido
de volverte otra vez mía, vuelve con plenitud,
ligera, si quieres escondida pero mírate
en mi mirada taciturna, en el festín de mis suspiros.

Esta tarde, en este lugar donde estoy,
me he prometido llenarte de trémulas caricias…
Sin conformarme con que las horas se hagan añejas
en mi subsistencia, mujer de agua.

9 de marzo de 2009

Cisnes en la almohada


Los glaciares de tu cabello,
descienden como cascadas heladas por tus mejillas.

Envuelta de brisa tu voz,
escucho tu frío
y a los cisnes bailando en la almohada,
la mirada se me posterga,
tu rostro en mi pensamiento se apresa…

En tu celda helada moriré de frío,
por que he de enamorarme de tus distanciadas manos.

Se me empaño en la prisión de tu ser
la timidez pospuesta para ahora,
decidí cubrir los renglones de hielo,
mojarme de ti apenas la hora se presentara.

Los cisnes bailan en tus pupilas,
se mezclan con el concierto de tus ríos.

Parecían de gotas encendidos
y bañadas de glaciar sus pestañas en tu frío imperial.

Presencie las gotas de tu derretir en el suelo,
resbalaban por el sur de tu melancolía desierta
y le platicaba a la inesperada noche;
el misterio de los cisnes bailando en la almohada.

Temblaban por tus glaciares,
yo los acariciaba en mí dormir
pero dormían contigo en tus altares deleitantes.

Dama helada de cuerpo de candados,
de celdas en tu rostro, de maquilladas cascadas,
de palabras ahorcadas por tu frío,
por tu voz de brisa y por los cisnes en la almohada.

5 de marzo de 2009

Ufana cascada


Ufana cascada


Ufana cascada, tu pubis de almíbar sonrosado
por el jaspe medieval de la tarde que tiembla
en su condena de caer, de esconderse detrás
de las montañas ensoñadoras, que se repliegan
en invierno para parecer marfiles… Caes como tesoro
a mis ojos que te empuñan, pájaro de oro gigante,
te vuelves el sol lisonjero como idilio mío.

Se tuercen los abandonos quiméricos, hace mucho
que te existo, que me existes, que tu eres de ámbar,
que yo despierto cuando te asomas por la ventana de hierro…

Que con el sol te confundo, rubia fantasía de Troya,
mi suspiro de jade, mi cueva apasionante.

Tú, racimo benevolente de estrellas,
mi ser ya enciendes, ritual libidinoso de lujurias.

Ufano collar de mi alma eres, revuelo de bocas
buscándose con el corazón abierto por el delirio,
tú, mí desnudado lirio errante, mi libro perdido
al final del librero, mi razón y mi monotonía más paralela.

Intervalo delgado etéreo, llegas como necesidad,
con tu moral que me asalta con sus manos fervientes…
y ferviente el rebozar ensalzado, de tu cintura
constelada, amor, amor.

3 de marzo de 2009

Cuando el sueño


Cuando el sueño


Cuando el sueño se peina delinque
deja miradas en tus poros abiertos como los veranos
que se te han caído en el bolso
que te cuelgas al hombro.

Estas ahí, de terciopelo atisbando la noche invisible
pero que fausta la circunstancia
de que tú me quites las cicatrices de mis párpados,
es que veía las estrellas
posando para el recuerdo sutil de tus manos
gráciles.

Cuando el sueño se peina delinque
se queda el farol de tu piel en insomnio,
y eres más grande que el sol, que se embarca
no sé adonde.

Estas ahí, donde el sueño a silencio sabe
es que puedo ver dentro de tu bolso
una caricia, un abrazo y un universo coloidal
casi sin agonía…

Y una isla perdida entre tus cejas de otoño.
Cuando el sueño se peina delinque
me deja abrazarte y verte,
me deja implorarte…

Y aquí estoy echando a tu bolso
palabras lisonjeras que parezcan versos
y sueños.