
Almohada otoñal
Despliegate, asomate delirio noble, abrumame
con florida opresión que en la cúspide cerúlea
el nido casto es piélago, es estío, es olivo perfumado
y ensueño escondido… Es adiós desterrado
y amor devengado, no hay beso herido
pero si plumaje ígneo del corazón.
Despliegate, asaltame como libélula gozoza,
como tarde nupcial con la luna distraida
que en sus entrañas emboza el elogio,
tú, que lúcida, amor soy de tu redil
que al resarcir la lejanía propia
nos concebimos justa cercanía
y redimimos la antagónica oscuridad.
Despliegate, desbordate ninfa venida
del que parecía suspiro postergado, desbordate
en el pudor errante que de ti mi alma esta llena…
Almohada otoñal, candor subliminal
que azota con entereza a mis labios fraguados
en tu fragancia que embelesa.
Dedicado a (iriam) María. Te amo tanto,
gran amor mío.
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