Mi bello amor

Mi bello amor

Mi dulce y gran novia

Mi dulce y gran novia

Mi novia mi niña bella.

Mi novia mi niña bella.

El amor de mi vida

El amor de mi vida

8 de diciembre de 2009

Solamente, tú


Solamente, tú




Amor, como tú, insinuación de regocijo mío, tilde

que socava al bosque adentrado en la moraleja del latido,

he procurado amarte más, tú tienes mirada sabia,

la he confabulado con la voz marítima de un puerto

que fue fundado en tus cuerdas vocales, ahí,

donde muy inocentemente se asoma

una palabra tuya, esa que segundos después

se aguarda en mis oídos a los cuales le brotas tú…




Tal como si fueras una orquídea, me acaricias

y contribuyes a que de mí pues se desborde

un río de características extrañas

pero que habrá en tus pestañas que parecen diamantes

difuminados.




Amor, que tu acerba existencia me provoca revolverme

en tu vientre, en esa tersura de manzana risueña,

mezclarme quiero en la alegoría de tu primaveral falda…

Labios los tuyos que con tal prosapia se hicieron sueño mío.




Me encontré en tu espalda, una hoja de agua,

que hacia piruetas como un pájaro envuelto por las llamas

del sol… Si a nacer volviera querría tenerte

en mis brazos otra vez, no tener otra espalda

no escuchar otra voz que no se pareciera a la tuya.




Dedicado al amor de mi vida (Iriam) que amo

con toda mi vida. Te amo mi cielo.

22 de octubre de 2009

Junto a ti


Junto a ti






Junto a ti, no hay ningún lugar parecido a otro,

todo se parece entre sí, incluso la ropa que usas

juega con tu ombligo enamorado

de esta noche que habla sola…






Cuando luce estrujada por el abecedario

de la luna de almíbar, que entiende que ahora

tu rostro se posara en el aullido

melódico de su luz cautivante.






Junto a ti amor, cada astro se siente golondrina

como un puente que emigra en el verano

pidiendo asilo en tus brazos dulces de hoja,

ahí donde dejo caer alguna de mis mejillas

que flaquean en tu piel boscosa…

Que sensación más hermosa, la que en mi se flagela.






Junto a ti María, puedo ver por detrás

de un suspiro, amarrar los océanos

para vestirlos de tu cuerpo, la voz de tus cabellos

son patria mía… Que entorno más vulnerable

cuando mi literatura te acerca más a mí.





Dedicado a María (Iriam) que amo con toda

mi vida. Eres mi todo amor.

Amor, esta lloviendo


Amor, esta lloviendo



Amor, esta lloviendo sobre una palabra, que es un sótano

de alegorías silentes, las tardes son avenidas,

son collares que envuelven de lentejuela a los cerros…

Por tu cuerpo puedo asesinar dóciles dunas,

depurar posibles saltos que la luna

cristalina de cansada.





Cuando gire mi abecedario romántico

como papalote dormido, dejaran de llover

nubes de nácar que se hacen espuma literaria,

esta trinando mi caricia blanca y dichosa

en tu piel castaña, en tus labios silvestres

pero majestuosos.





Amor, persiste la lluvia, parece una colmena la azotea,

le parecen salpicar mares cantando, revíveme

en tus brazos de gaviota radiante…

Que tú lo logras todo en mí, doncella que floreces

en el susurro de las olas de octubre.





Amor, en mi juicio claro, estoy mojado de ti,

de esa marea que deja su ancla en mi corazón de cóndor

que nunca había volado pero ahora lo hace fausto…

Lo haces latir como si fuera un niño inocente,

¡Yo lloro! Yo lloro de amarte, de que me ames,

de que nos amemos y nos seamos indispensables,

lloro de felicidad.





Dedicado a lo mejor de mi vida, a María (Iriam)

Te amo mi amor con toda mi alma.

2 de octubre de 2009

Una orquídea pernocta


Una orquídea pernocta



Una orquídea pernocta en el silbar preso

del néctar marino,

¿Hacia dónde te diriges viajera amada?

Si no es a las pestañas erizadas de los astros

que penden de mi sed,




también de tus cabellos cuelgan

lozanas sinfonías de celofán…

En un beso apuntalas la imperial ansia mía.




Las mariposas que salen de tus poros

son fontanas perennes, son odas que se resarcen

en el numen pleno y marítimo,




se amarra a mí tu cuello fino

donde el Himalaya se destaca

en tu muralla de terciopelo acariciable.




Una orquídea pernocta en mi maraña

de almohadas que son bosques de almendra,

nos amamos, nos amamos tanto

que son luciérnagas nuestros ósculos,

que son faroles los quetzales que gobiernan

el silencio del viento y la resonancia

de los días en el oído nocturno

del amor, del amor… Del amor.




Dedicado a María (Iriam) que por cuatro meses

me ha hecho dichoso, amor te agradezco estos meses

que puedo decir son los más hermosos de mi vida.

Te amo muchisímo, Eres el amor de mi vida.

Te amo María.

29 de septiembre de 2009

Hay sueños


Hay sueños





Hay sueños que son gargantas, gargantas que duermen

en lo ilógico, que no corren a diario por los prados

eroticos que hacen delicuencia en mi alma de nube

nítida y grana.




Hay soledades menos dignas que otras, camas

que son llamaradas, retinas moribundas que extrañan

ser ausencia… Se va de mi cara la tarde ocre,

y hay días en que llego a creer, que adopte principios

para estornudar dudas.





Me identifico a veces con los árboles, con las comas

que por costumbre no suelo colocar

porque olvido que debo hacerlo,

¡Ya tarde es! Para perseguir noches ancestrales

en veleta.





Me puedo hacer adicto a suspirar sin considerar

que el otoño ya ha llegado a besar mis ojos desde ayer,

es que hay sueños que pretenden revitalizar

mis origenes… Que origenes más plañideros

los que se amalgaman en el seno conflictivo

de una mirada.

18 de septiembre de 2009

El llanto ya no se forja


Imagen creada por Oskart

El llanto ya no se forja



El llanto ya no se forja ni en bostezos ni en almenas

que arenguen un tintero inconsolable,

gira en mi alma un huracán en llamas

que se cimbra en el hogaño frondoso

de lo espontáneo… Ya en mi comparsa

un fortín de orquídeas a tus plantas pusiera

y enmudeciera la ciudadela

por mi trinchera amorosa alma mía.





Un declive percibo al canto que profesan las alas

del ávido viento que se quiebra en el sauzal,

dijera un faisán que nació de la astilla

de un albedrío.





Tanto te quiero que en tu perfume

he de dejar mi risa que tanto te gusta… Colgada de ti.

Que haya parentesco entre mi razón y tu conciencia,

que no tenga rostro lo que luce etéreo,

pues espero mi dicha difundir

en lo que nombramos entendimiento…

Y aunque se cuele lo tácito, que nos acallen cirios

en la noche cerrada.





El llanto ya no se forja en el idilio compaginado,

en el mirar amedrentado de las nubes

que son ramilletes, solo puede forjarse

el hábito de acariciarte cada jueves…

Que te he clamado, aventurado te he clamado,

entusiasmado por abrazarte, he soñado que eres de mis manos,

que el viento finalmente te trajo conmigo.



Dedicado a María (Iriam) que siempre

dichoso me hace. Te amo preciosa mía.

8 de septiembre de 2009

Serénate


Serénate




Serénate, no disimules el asedio, que en tu lecho yacen

dalias, que la aurora luce azorada cuando la tarde lame arrullos

incandescentes, cuando el fuego que penetra en los pudores

nos sonsaca caricias afines, es que no discrepamos

en el tono de la censura… Cuanta semejanza la que nos cubre,

que no se nos ocurre dormitar en el cuello de las nubes.





Serénate, que en los musgos que fecundan insomnio

conveniré el nido que nos resguarde del frío,

que el verano parece desnudo, nos ha acogido el gemido

soberano de una hoja de marfil… Que se atavío de gala

y de euforia febril.





Serénate, tú que de azahares portentosa mi amada,

¡Ah! Tu trino viajero en mi oído se ha ensañado lisonjero,

es que eres colibrí perlado, mi ensueño anhelado,

el rubor anidado en la vega de tus labios…

Serénate, aquí donde se ha tornado la vid del suspiro.





Serénate, que me convierto en estanque, que te propongo

tantos instantes de lontananza, que no nos cohibimos

para hacerle frente a la luna, aunque difunda

cuanto nos amamos, aunque en la geografía de tu espalda

el océano se pose salvaguardado, amapola tranquila

de un torreón azafranado, te tienen mis brazos de ocaso.





Dedicado a María(Iriam) con todo mi amor.

Te amo con toda mi alma vida mía.

25 de agosto de 2009

Mi niña amada


Mi niña amada



Mi niña amada, en alud de luciérnagas te tornas.

Caen sobre mí tus manos que son corales de luz,

se pasman con relatividad dadivosa

y de mi se desprende el albergado suspiro

que conservo desde mis anales.





Luna albeante que mirar he podido

envisteme con tu voz canora,

que no hay hora en que no te piense

ni tarde en que no escuche, tu sonsonete de ola

que socava mi latido sin quebranto…





¡Cristalina mujer! Duerme en ese tu lecho

de arrecifes, de claveles, de ámbitos que afeitan

la mirada de alguna isla de madera,

de alguna estrella perdida en la conciencia

de un agosto, de ese agosto en que te soñé

enredada en mi literatura de antaño.





Mi niña amada, mariposa delgada que néctar

haciéndote estas en el regazo de mi oda estremecida,

auscultándote en mí, lucero grana y trémulo

que en alud de luciérnagas de tornas.









Dedicado a mi amor María (Iriam) para que siempre

sonría así como se sonríe tan hermosamente.

Te amo mi vida con toda mi alma.

Te amo mi niña amada.

22 de agosto de 2009

Cadenas


Cadenas




Es un átomo el amor con su singular espesura

a veces nos brinda amargura

cuando algún arco iris locuelo nos hace vertiginosos,

no precisamente esta tarde se parece a otra

e inusualmente ese amor que me das

me arrastra, me seduce, los labios me quiebra

en un santiamén… Todo obedece a que te amo

a que te persigo distraído y hasta sonámbulo.




Es el amor la prórroga, no la obscenidad cuantitativa

de un susurro muerto que se desgasta en la necesidad

de hacer obvias las caricias,

amada mía, no te faltara el desbocado frenesí

de mi ser lascivo… Mi boca ya no está desierta

y ya no es incierta la vida con su singular frialdad.




Es nuestro amor un universo, no es la cavidad

de lo cabido, no es incomodo el suspiro

cuando sale con la ambrosía de amar,

ni sale desapercibida la concesión

de condenarte a mis manos que son cadenas.




Huele tú mirada a lavanda e inusualmente

no te traje buganvilias de la luna

pero inusualmente ese amor que me das,

me arrastra, me seduce.

20 de agosto de 2009

Delicia veraniega


Delicia veraniega





¡Ah! Delicia veraniega que amenizas el imploro,

como ofrenda osó dejarte mi escarcela

llena de tibias auroras, yo que moro

el don de lo indecible, cuando la tarde grana como gacela

me arrebata el portento de tus valles majestuosos,

ahora me entero que no hay nada de infructuoso

que tus cabellos ansie, si la aroma que despliegan

al de las gardenias engalana.





¡Ah! Que el sol se ruboriza con tu belleza de orquidea

con tu palabra que danza en el tul blanco que nos ve desde arriba,

ilustre seas, cada cual revoloteas con tanta idea

de tal manera que nunca pudiera descubrir en tus alas una misiva.





Evocare nunca dudoso la veleidad que tu canto profesa

es una dulce promesa la que cintila experiencia,

solo evocare de mi tinta festiva la incandescencia

del suspiro soberano ¡Ah! Delicia veraniega, confiesa

que en tus labios se ha despertado el día.





Dedicado a mi amor María (Iriam). Te amo mucho

vida mía.Eres mi todo gran amor.

16 de agosto de 2009

Horizontes


Horizontes



Caracola de terciopelo, loto de cristal ceñido

al marmóreo que gesta con su parpadeo

un ilustre idilio, un hidalgo navio que acogiera

en su urbe la jactancia de una oda

que te hiciera yo con jade al interior mío alucinado

que es un exacerbado de amarte, de poseer

el bostezo que desdobla en la neblina.





¡Ah mi dulce Melina! Por esa barandilla

un corazón nos reclame una ceremonia

y que en parsimonia cortejemos a la luz y el oro.





Que hoy te sé en otra parte de mí, clavel dorado,

quizás en la bahía donde repican los mares,

quizás en el altar de las aves

o allá en la cándida nostalgia de sentirte tan lejana

en el paraíso dormido, allá donde te llamas Carmen

o María pero también te llamas ¡Mía!…





Caracola de terciopelo no tengo dulce agonía

me he convencido de saber que por más que te fueses

siempre me llevaras contigo, zafir que enverdece

en mis brazos que son horizontes.


Dedicado a mi amor, mi amor María (iriam)Te amo.

Almohada otoñal


Almohada otoñal




Despliegate, asomate delirio noble, abrumame

con florida opresión que en la cúspide cerúlea

el nido casto es piélago, es estío, es olivo perfumado

y ensueño escondido… Es adiós desterrado

y amor devengado, no hay beso herido

pero si plumaje ígneo del corazón.




Despliegate, asaltame como libélula gozoza,

como tarde nupcial con la luna distraida

que en sus entrañas emboza el elogio,

tú, que lúcida, amor soy de tu redil

que al resarcir la lejanía propia

nos concebimos justa cercanía

y redimimos la antagónica oscuridad.




Despliegate, desbordate ninfa venida

del que parecía suspiro postergado, desbordate

en el pudor errante que de ti mi alma esta llena…

Almohada otoñal, candor subliminal

que azota con entereza a mis labios fraguados

en tu fragancia que embelesa.





Dedicado a (iriam) María. Te amo tanto,

gran amor mío.

15 de julio de 2009

María


María



María, anídate, en ese el bohío de la luna fría

que es tu trono mi ofrenda, tunanta hermosa

de mi pasión, por el cendal del clamor

el corazón se acompasa al voraz ocaso erguido,

al mohín perseguido por la cordura de un beso,

que nos convenciera de reclamarnos

los cuerpos advenidos.





Canto de jilgueros, sublimes luceros arcanos

que admiran tu silueta desde el cielo,

ya que la boca gastamos con el roce somero

somos asiduos pioneros de un candil dormido,

de un ruiseñor furtivo.





María, la razón atestigua en donde la caricia florece,

¡Ah! Disturbio tan glorioso el afanado

el latido más compenetrado, el refugio más ofrecido…

Yo te amo entre rosales y caracolas, entre limbos

y gardenias, yo tanto te amo, María.





María, quédate en mis brazos que son lechos inocentes

en esta penumbra de romanticismo, dame de tu ser sereno

que es pleno el gozo de sentirte, de descubrirte los labios

tunanta hermosa de mi pasión.

30 de junio de 2009

Resignaciones y antifaces


Resignaciones y antifaces que se apiñan en los prados

de mi memoria vertiginosa, el laúd de mis ojos

se disfraza de cristales que hacen eco en mi alma arenosa

de playa y de duna

pero mi cuerpo matutino

se mutila en la desesperanza gigantesca y pagana

de tus brazos sedosos,

que de mis anales solitarios caduca el vocabulario

de la dulce tarde y el silencio me atrapa con sus garras

casi nocturnas rasgando mi crisálida conciencia.

Estalla mi barcarola sonámbula e insondable

en tu espalda color turquesa,

hubo momentos en que no pude ser

el siguiente capítulo de tu piel, entiendo

que no haya sido esa ensoñación

de tus labios a pesar de que me rompí

la cara amándote.

El antifaz que traigo puesto es el de la soledad

con su maldita amargura colgándose

de mi nariz de papel,

seré breve, no me respiro y no me he visto pasar

por la mirada de la luna.

Cien inviernos


Cien inviernos más, papel salado donde

se amarra un mirto, sabe que te sabe nido,

la llamarada de un vergel sosegado que hace días

no ve un sol contento, clonándose con el naranja

de un pintor descarado que tiene manos

fatigadas por el pincel cohibido,

no he hablado de ti todavía, pero hace falta

que te sepa equinoccio en mis pensares

casi caras de las azucenas azules…



Yo te sé halago que te doy cándido, bruma grácil

y almendra que mariposa se hizo para pasar a ser

crisol alado del soñador y risueño lirio.



Cien pálidos inviernos tiritando en el cantil,

aquel que un faisán con alas de nieve revoloteaba

de una orilla a otra con un timbre de ausencia,

se que te sabe idilio el plumaje de un poema…

Yo se que te se viento en calma y romántico.



Cien raudales inviernos al alelí que se posa

en tu corazón noble de miel,

un enrojecido gorrión que luce como el clarear

de los amaneceres de tu cuerpo ópalo, bello.



Cien más inviernos como el de hoy,

con párpados de brisa cálida…

Yo te abrazo, yo te abrazo el colibrí que tiene

como tú, un corazón de oro, oro mágico.Oro.